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jueves, 28 de octubre de 2010

El por qué de la cosas.(I)

El otro dia visitando uno de mis blogs mas leidos, leí un artículo de opinión muy interesante:

El comercio isleño en caida libre

   A grosso modo no le falta razón, ni a Arturo ni a los comentarios posteriores, todos llevan parte de razón pero a todos le falta algo de ella.
   Talvez sea por lo poco que aprendí de economía o por mis 17 años como empresario en Isla Cristina, creo que el tema debe ser analizado con mas profundidad; me parece que el problema es mucho más complejo, y  tiene que ser tratado desde aspectos muy diferentes.
   Decir que el isleño sale a comprar fuera o que sólo compra en chinos, moros o el mercadillo tiene fundamento pero la clave esta en el POR QUÉ.
   Así que, ¿por qué no intentamos averiguar las causas de todo ésto?. Intentaré hacerlo o por lo menos poner encima de la mesa algunos problemas que afectan a la sociedad isleña. y que motivan en mi opinión ese tipo de comportamiento en el consumidor.
1.¿Por qué se compra en los sitios más báratos, tiendas de inmigrantes, etc. aunque sean productos de peor calidad?.

   Isla Cristina es el pueblo más "pobre", o si se quiere, menos rico de los pueblos limítrofes.
   La renta declarada media de un isleño es solo el 85% de la renta en Ayamonte o el 81% de la renta en Cartaya,(en términos de renta declarada por hab.datos 2008), por poner algunos ejemplos.
   Es como si comparáramos el nivel adquisitivo de un alemán con un español, los cartayeros son Alemania y nosotros España. A nadie se le escapa, que eso significa mucho mas dinero disponible para consumir.
   De hecho, eso se traduce en 4500€ por familia al año, una cantidad nada despreciable y más en los tiempos que corren.
   Dicho de otro modo, si los isleños ganaran lo mismo que un cartayero medio, en Isla Cristina habría 24.300.000€ mas para gastar o invertir.
   Un economista a la vista de estos datos comenzaría a hablar de la elasticidad demanda renta, de la elasticidad cruzada de los bienes sustitutivos, de bienes normales e inferiores, y un monton de jerga que aquí no viene a cuento. Así que trataremos de traducirlo al castellano.
   A todo el mundo, el sentido común le dice que una persona, cuanto menos dinero gana, menos dinero tiene para gastar, por lo que si es una persona normal, (que de todo hay en la viña del señor), comprará menos cosas, simplemente, porque tiene menos dinero. Lo cual explica la debilidad del sector comercial isleño, es una cuestión de capacidad de gasto.
   Pero además sustituye algunos productos  por otros que le den el mismo avío y que sean mas baratos.Si necesito dos pantalones y tengo 10 euros, por muchas vueltas que le dé, o compro un pantalon de 10 euros y necesito un pantalon más, o compro dos de 5 euros y compro lo que necesito.
   Y ahí es donde entran en juego el mercadillo, las tiendas chinas y de moros, son negocios con un perfíl de productos BARATOS, que por desgracia es lo que muchos clientes de Isla Cristina buscan, y no porque no les gusten los levi´s de 90 euros, es que simplemente no pueden pagarlo.
   Este es uno de los principales males de Isla Cristina como mercado, que es un pueblo "pobre" económicamente hablando, no de ahora sino desde hace más de 20 años, y en tiempos de crisis ese desplazamiento del comportamiento de las compras hacia los productos "baratos" se hace mas patente, simplemente porque hay menos renta.
   Hay otros factores que influyen en esto, relacionados con el marketing, formación, etc La renta es solo una de las causas y analizarlo daría para muchos artículos como este, y creo que en el próximo intentaremos averiguar las razones de por qué en Isla Cristina ganamos menos que en los pueblos de alrededor, o por qué se desplaza la gente a comprar a otras localidades, me parece un tema interesante.

Esto es sólo MI OPINIÓN, que aunque creo que está bien fundamentada, no es una verdad absoluta, cualquier comentario que aporte alguna perpectiva nueva es sinceramente bienvenido. Os animo a comentar y participar en un debate,  a ver si entre todos sacamos algo en claro.
 

NOTA. Los datos obtenidos proceden del Instituto Andaluz de Estadística.
Los únicos datos disponibles son de renta del trabajo, rentas de capital y de estimación objetiva y directa, declaradas en IRPF, con todas las limitaciones que ello supone.

domingo, 10 de octubre de 2010

Algunos hombres buenos

          Hace ya un par de años, camino del trabajo, comencé a ver unos carteles que llamaron mi atención. 
Unas veces eran de cartón, rasgados con las manos de forma desigual; otras veces de madera vieja y gris castigada por el tiempo, pero siempre con una caligrafía exquisita, de esas de la vieja escuela trabajada a base de cuadernillos Rubio.
          Colgados con cuerdas sobre rejas de ventanas, colocados sobre bancos de la calle, en los sitios más insospechados se anunciaban campeonatos de futbito, de baloncesto, de ajedrez, .... de todos los deportes habidos y por haber, pero lo que realmente me sorprendía era que solo decían eso, no había fecha, ni hora, ni lugar, ni siquiera donde inscribirse, solo se podía leer al final : " ..! Apúntate¡ ".
          Llegó a tanto mi curiosidad, que incluso llegué a preguntar a algún amigo, más ducho que yo en  temas de deporte local, y tampoco tenía la mas mínima idea.
          Era un absoluto misterio, hasta que un día, una voz conocida sonó a mi espalda: "..Buenas tardes Jose Maria, que tal?,  me alegro de verle..."  y allí estaba él, con su amable sonrisa en la cara, ofreciendome su mano como saludo-" Buenos tardes Don Manuel, ¿cómo está? "- respondí.  " Bien, bien, gracias" contestó prosiguiendo su camino con ese andar apresurado tan característico a pesar de su bastón y .... de los cartones que llevaba en su mano izquierda.
          Me quede parado, triste por un lado, lamentando que la edad hubiera hecho mella en una persona tan activa.
          Pero por otro lado, estaba sorprendido y profundamente admirado de que aun cuando el tiempo le empezaba a jugar malas pasadas a su mente, su vocación por el deporte, por los jovenes, por colaborar seguía intacta, o todavía mas fuerte que antes.
          Un hombre que era maestro dentro y fuera del colegio; un caballero de los de antes, siempre cortés y dispuesto a ayudar en lo que hiciera falta.
          Un hombre para quitarse el sombrero, Maestro con mayúsculas en el sentido mas taurino de la palabra.
          Solo me queda confesar mi admiración y envidia sana por su tremenda vocación; y sinceramente decirle :

Don Manuel López Soler
!Un honor haberlo conocido!