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domingo, 10 de octubre de 2010

Algunos hombres buenos

          Hace ya un par de años, camino del trabajo, comencé a ver unos carteles que llamaron mi atención. 
Unas veces eran de cartón, rasgados con las manos de forma desigual; otras veces de madera vieja y gris castigada por el tiempo, pero siempre con una caligrafía exquisita, de esas de la vieja escuela trabajada a base de cuadernillos Rubio.
          Colgados con cuerdas sobre rejas de ventanas, colocados sobre bancos de la calle, en los sitios más insospechados se anunciaban campeonatos de futbito, de baloncesto, de ajedrez, .... de todos los deportes habidos y por haber, pero lo que realmente me sorprendía era que solo decían eso, no había fecha, ni hora, ni lugar, ni siquiera donde inscribirse, solo se podía leer al final : " ..! Apúntate¡ ".
          Llegó a tanto mi curiosidad, que incluso llegué a preguntar a algún amigo, más ducho que yo en  temas de deporte local, y tampoco tenía la mas mínima idea.
          Era un absoluto misterio, hasta que un día, una voz conocida sonó a mi espalda: "..Buenas tardes Jose Maria, que tal?,  me alegro de verle..."  y allí estaba él, con su amable sonrisa en la cara, ofreciendome su mano como saludo-" Buenos tardes Don Manuel, ¿cómo está? "- respondí.  " Bien, bien, gracias" contestó prosiguiendo su camino con ese andar apresurado tan característico a pesar de su bastón y .... de los cartones que llevaba en su mano izquierda.
          Me quede parado, triste por un lado, lamentando que la edad hubiera hecho mella en una persona tan activa.
          Pero por otro lado, estaba sorprendido y profundamente admirado de que aun cuando el tiempo le empezaba a jugar malas pasadas a su mente, su vocación por el deporte, por los jovenes, por colaborar seguía intacta, o todavía mas fuerte que antes.
          Un hombre que era maestro dentro y fuera del colegio; un caballero de los de antes, siempre cortés y dispuesto a ayudar en lo que hiciera falta.
          Un hombre para quitarse el sombrero, Maestro con mayúsculas en el sentido mas taurino de la palabra.
          Solo me queda confesar mi admiración y envidia sana por su tremenda vocación; y sinceramente decirle :

Don Manuel López Soler
!Un honor haberlo conocido!
         

1 comentario:

  1. Hola José María. No te hacía yo por aquí, pero ya veo que escribes muy bien. Ánimo con el blog, te visitaré siempre que pueda. Saludos.

    Antonio.

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