La verdad es que es un reto hacer esto de la economía algo interesante y no caer en en la tentación de convertir este blog en un sudoku de números, tablas y gráficas; espero que me perdonen los más puristas pero sacrificaremos el rigor técnico para hacerlo más comprensible y menos tostón.
No saben ustedes lo que me ha costado escribir este artículo, 5 veces lo he reescrito intentando darle un toque optimista y positivo pero no hay manera, no llega a tanto mi imaginación.
Para muestra un botón, os pongo un enlace de un video que vi el otro día, sobran las palabras.
Tremendo ¿verdad?. No creo que este hombre este pensando en irse de vacaciones precisamente.
Empezaremos por un análisis de la situación general y cómo puede afectar al turismo.
Sinceramente, la situación actual no da muchas esperanzas. Llevamos desde la primavera del 2008 inmersos en una crisis muy profunda, son ya casi 3 años, y lo peor es que aún no se ve la luz al final del túnel, es más, yo diría que aún no hemos visto lo peor. Veamos como está la cosa:
- España tiene una altísima tasa de paro, el 20%, y aumentando. Con la actual estructura económica, necesitamos crecer mucho para generar empleo neto (más de un 2%), ni los más optimistas (Zapatero no cuenta) creen que vaya a empezar a bajar antes del 2014 o 2015.
- Han subido del IVA y los precios de los suministros básicos (luz, agua,...)
- Es probable que se recorten las transferencias sociales (pensiones, ayudas, etc)
- Bajada general de salarios, tanto en el sector público como en el privado.
- También es probable que se suban aún más los impuestos en el corto plazo para financiar el déficit tanto a nivel nacional como a nivel municipal.
En el plano internacional la situación no parece mucho mejor para España. El retraso en la salida de la crisis respecto a los grandes paises europeos y mundiales va a jugar en nuestra contra, Alemania, EEUU, China .... ya tienen un crecimento fuerte, y esto nos va a coger con los pantalones bajados.
Bueno, resumiendo para ahorraros el "rollo" macroeconómico, la consecuencia final a medio plazo es que el petróleo subirá, el famoso EURIBOR también y pagaremos bastante más por la hipoteca. Y eso en un país en el que tenemos hipotecados hasta el perro, no parece muy bueno porque todavía tendremos menos dinero para gastar, y además hará la salida de la crisis todavía "máaaas leeeeeenta" por la caida del consumo y la inversión.
Acerquémonos más al caso del turismo en Isla Cristina:La verdad es que tras un primer análisis la situación no invita demasiado a la esperanza. Nuestros visitantes son principalmente andaluces, extremeños y madrileños. El paro en Andalucía y Extremadura ha subido desde el 10% hasta el 30%. El sentido común nos dice que cuando ganamos menos pasan 3 cosas:
Menos personas se van de vacaciones, los que van están menos días y gastan menos diariamente
A veces los números engañan un poco, pongamos un ejemplo:
Si vienen a Isla Cristina 100 personas, están aquí 10 días y gastan 10€ diarios nos dejarían 10000€.
Veamos ahora el efecto agregado si estas variables descendieran un 20%, o sea si en lugar de 10 personas vienen sólo 8, durante 8 días y gastando 8 €:
80 personas x 8 días x 8 € diarios.
La facturación bajaría desde los 10000€ hasta 5120€, prácticamente a la mitad. Sorprendente, ¿no?
Con que sólo fuera un 10%, los ingresos se reducirían casi en un 30% y nos podemos hacer una idea de lo que significa a nivel de empleo y de recursos para todos los sectores afectados.
Estos números no parecen que se alejen mucho de la realidad, las empresas de comercio u hostelería que haya caido menos del 30% en ventas desde máximos deberían estar dando saltos de alegría. Al menos en Isla Cristina.
Por desgracia este es un escenario probable para los próximos 4 o 5 años, aunque hay otros factores que pueden moderar la caida como el % de visitantes con 2º residencia en Isla Cristina o el % de visitantes que vienen a casa de familiares, ambos casos en teoría deberián verse menos afectados.
Aún así, la situación económica es una gran amenaza para las zonas turísticas como la nuestra que viven practicamente del turismo nacional, aunque todavía nos deja algunas puertas abiertas si ampliamos muestra oferta de ocio para el turista.
Otro frente que se está abriendo es la feroz competencia en el sector hotelero en lucha por los turistas que quedan. En un contexto de caida de la demanda, se esta compitiendo en precio pero también en servicios incluidos, las ofertas "todo incluido" se están convirtiendo en algo habitual, "impidiendo" al turista consumir fuera del hotel, por lo que ni bares y restaurantes ni otros sectores tambien afectados deben esperar demasiados ingresos procedentes del cliente de hotel, se lo quedan todo para ellos.
La única oportunidad que he logrado encontrar en todo esto es que, salvo España y algunos paises más, el resto del mundo va mejor por lo que el turismo extranjero aparece como un salvavidas, espero que también lo sea para nosotros.
Bueno, creo que hoy me he levantado un poco pesimista, o como decían en un comentario del blog, optimista informado. Espero que alguien se anime y haga algún comentario que de un tono más optimista al artículo.
En el próximo , por fin, entraremos en que cosas somos buenos y en que necesitamos mejorar. Cuales son nuestras ventajas competitivas y como aprovecharlas, y como corrregir nuestros defectos o al menos disimularlos. O sea, intentaremos dar con las SOLUCIONES.
Esto es sólo MI OPINIÓN, que, aunque creo que está bien fundamentada, no es una verdad absoluta, cualquier comentario que aporte alguna perspectiva nueva es sinceramente bienvenido. Os animo a comentar y participar en un debate, a ver si entre todos sacamos algo en claro.
quizas se deberia cambiar el modelo turistico actual y aprovechar mas el entorno que nos rodea, y asi se creen mas empresas dedicadas a este sector( hay varias), el turismo no es solo playa y comer coquinas.
ResponderEliminarNo se qué decir, no se qué aportar. Después de escuchar a ese señor, en la miseria, como ejemplo de la mucha miseria que hay, y la que viene. La macroeconomía me la trae al pairo cuando el vecino de portal no tiene qué comer, hay alguien arriba que dice "Recorte, impuesto, cinturón", y al final puede que un país resucite al cabo de 5-6 años, pero... ¿y la gente que se ha quedado en el camino? Y mientras el presidente no está, ni se le espera.
ResponderEliminarCreo que llevas toda la razón Juan, esa es una de las claves para el futuro. Por ahí van los tiros del próximo artículo.
ResponderEliminarEn cuanto al comentario de mi amigo ensanfronao, por desgracia hay y habrá muchos casos como éste, muchos quedarán o quedaremos en el camino, pero todo ha sido y será consecuencia de las políticas macroeconómicas que el iluminado de turno nos quiera colocar, así está el patio.
Dependemos de que la gente de arriba sea competente o incompetente. Por lo demás totalmente de acuerdo.
Gracias a los dos por los comentarios.
Amigo mio, una cosa muy importante es la union de los comercios, bares y demas empresas. Esto como tu sabes se ha intentado en varias ocasiones y al final, cada uno rema en la direccion que le viene en gana. Esto, que es tan simple, podria convertirse en una importante ventaja competitiva. Y esto es cosa nuestra, de nadie mas, ni instituciones, ni politicos ni nada de eso. Solo cosa nuestra. Pero ya sabes que esto no es posible aqui en Isla Cristina, asi que tendremos que pensar en otras ideas.
ResponderEliminarUn saludo, y a la espera de tu proximo articulo.
El turismo es un idolo con los pies de barro. Esta es una afirmación que sostengo desde hace tiempo. Es un sector que depende de tantos factores que no puede ser el punto fuerte de ninguna economía, ni nacional, ni local. Los turistas potenciales de los que se alimenta este sector en Isla Cristina, son lo que yo denominaría de “perfil bajo”.
ResponderEliminarSi hablamos de turismo nacional:
Por un lado están los que tienen una segunda residencia en el pueblo; Estos, que en su mayoría son sevillanos, extremeños y en menor medida madrileños, pasan temporadas que no superan los dos meses en sus casas de “veraneo”. Y se plantean este tiempo de vacaciones , como un periodo en el que únicamente lo que hacen es trasladar sus costumbres cotidianas a otro lugar, o sea que tratan de que las mermas que puedan suponer tener dos casas abiertas, sean lo menor posible y por tanto sus gastos se limitan a los cotidianos, sin demasiados excesos.
Otro grupo es el que viene a pisos de alquiler, normalmente son una o más familias que deciden alquilar un apartamento dos o tres semanas compartiendo gastos. En realidad son una variante con menor poder adquisitivo que los anteriores, con lo cual viene a practicar “economía de guerra”, que se compondrá de playa, siesta, mucha televisión y noches en la terraza comiendo pipas.
Luego están los que vienen a ocupar las plazas hoteleras, que cada vez más se apuntan a la moda del “todo incluido”, así el consumo del que al mes siguiente tendrá que responder “Mr- VISA”, no sale de las paredes del hotel de turno. Asi que mucha tumbona, mucho bar del hotel y mucho buffet libre.
Y si hablamos de turismo internacional:
La mayoría (ingleses o alemanes) viene por tres motivos: El clima, la diversión y el Golf. El clima es un factor voluble. No tenemos ninguna garantía de que no nos vaya a llover cuando vamos de vacaciones. La diversión que ellos buscan en los destinos de costa, es alcohol barato y horarios de apertura de locales inhabituales en sus países de origen. En los últimos años, sobre todo desde la incorporación de España al Euro, nuestro país se ha vuelto caro, con una tendencia cada vez mayor a la equiparación de precios (que no de sueldos) con Europa. A un señor de Gelsenkirchen no le hace ninguna gracia pagar casi lo mismo por una cerveza y paquete de Marlboro aquí que en Costa Azul. Luego está lo de los horarios: Aquí hemos pasado de no tener hora de cierre a que a las cuatro de la mañana este todo cerrado a cal y canto. Por último nos quedan los golfistas, que viene a eso, a jugar a golf y se convierten en otra especie del “todo incluido”, pues juegan, comen y beben dentro de los hoteles y aunque estos si tienen un poder adquisitivo alto, no muestran ningún interés en realizar cualquier otra actividad.