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lunes, 22 de noviembre de 2010

El porqué de las cosas (IV). La maldición de los recursos naturales.

   Después de repasar los anteriores artículos, creo que sólo nos falta tocar uno de las temas más importantes, las personas.
   Siempre he pensado que la sociedades se construyen desde abajo, que al igual que se necesitan infraestructuras para el desarrollo, también se necesita infraestructura humana para que ese desarrollo se produzca y aquí es donde centraremos el artículo de hoy.

   Dentro de la economía hay una teoría muy interesante aunque tiene un nombre un tanto novelesco, "La maldición de los recursos naturales" y conceptos asociados como "inteligencia-país o inteligencia colectiva" que, por cierto, no tienen nada que ver con ser más o menos inteligentes.

   Resumiéndola un poco, lo que viene a decir esta teoría es que cuando una economía se centra en explotar los recursos naturales que tiene, sin tener una industría que los procese, comercialice y les de valor añadido, acaba estando expuesta a una gran inestabilidad, ya que estos sectores (agricultura y pesca en nuestro caso) dependen de factores que no se pueden controlar.(el clima, cosechas, temporales, precios internacionales, etc). Nadie puede predecir cuanta fresa o cuanta gamba se va a coger, y mucho menos predecir su precio que varía enormemente de un año a otro, o incluso dentro de un mismo año.
    Por lo que hay épocas de mucho beneficio y épocas en las que no merece la pena recoger la naranja de los árboles por su bajo precio, o rachas en las que la pesca no cubre ni siquiera los gastos de gasoil.
   Díganme un marinero o un jornalero que sepa cuanto va a ganar trabajando el mes que viene.

   A lo que ibamos, este tipo de economía es muy intensa en mano de obra sin cualificar y practicamente no tiene capacidad para retener la mano de obra cualificada, porque no la necesita. Acaba "expulsando" a los miembros de su sociedad que han logrado alcanzar niveles altos de formación.
   Con lo cual es más dificil crear ese tejido industrial que los absorba, y al final se depende cada vez más y más de esos sectores tan inestables, en un ciclo interminable en el que la renta de la zona es cada vez menor, porque exporta su "talento" e importa mano de obra "barata", haciendo cada vez más complicado la creación de empresas por falta de capital humano.

   Ahí está la paradoja, la maldición consiste en que los recursos naturales que deberían hacer rica a esa tierra, son los que provocan finalmente su empobrecimiento. Curioso ¿no?.

   Este ciclo sólo se interrumpe con la inversión en infraestructura industrial, y la inversión en capital humano.
Creando las condiciones necesarías para que esa inversión que la sociedad hace en formar a sus habitantes, acabe multiplicando los beneficios debido a los conocimientos que éstos dan a esa sociedad.

Dejemos la teoría y volvamos a la realidad.

   Todos tenemos algun hermano, primo, amigo o conocido que haya ido a la universidad o sea técnico superior en algo. A base de esfuerzo personal, tiempo y recursos económicos, tanto de nuestros estudiantes como de sus familias, han conseguido completar una formación del más alto nivel.

Detengámonos por un momento a pensarlo, ¿dónde están trabajando?

   Yo ya lo he hecho, he intentado recordar antiguos compañeros míos de instituto que lograran acabar su carrera universitaria, 28 lo consiguieron (seguro que alguno se me olvida), de estos 28 sólo 6 trabajan actualmente en Isla Cristina, menos del 25%.
   Eso se refleja en la cantidad de titulados universitarios que viven en Isla Cristina, tenemos una tasa de titulados por habitante de 44,3 por cada mil, esta tasa en Ayamonte es un 38% mayor(61,3 por mil) , en Cartaya un 24% mayor(54,9 por mil) y un 17% en Lepe(51,7 por mil). Aunque estos datos son de hace 9 años y probablemente hayan variado, creo que son una buena referencia.
   Esta claro que no se puede retener a todo el mundo, un físico nuclear poco trabajo va a encontrar en Isla Cristina, pero tenemos un ejército de ingenieros, aparejadores, topógrafos, médicos, filólogos, economistas, biólogos, químicos... trabajando por media España, porque simplemente aspiraban a trabajar en lo suyo.
Pero....¿Por qué exportamos el "talento" de nuestro pueblo? ¿ acaso estaremos sufriendo "la maldición de los recursos naturales"?

   Es una teoría, los datos que se han ofrecido en este artículo y en los anteriores confirman una tendencia, pero que cada uno haga sus números y sus cabalas, a lo mejor llega a una conclusión distinta.
Aunque lo que si es innegable es que:
  • Desde un punto de vista local, es una pena que muchos de hijos de Isla Cristina, que son a los que al final les duele su tierra, se vean obligados a emigrar.
  • Desde un punto de vista familiar, es triste pensar que su esfuerzo personal y el de sus familias haya sido para acabar lejos de sus padres, hermanos, amigos.....
  • Desde un punto de vista social, es insostenible que la inversión en formación que nuestra sociedad hace, al final le saquen rentabilidad otros porque no hemos sabido crear las condiciones adecuadas para retener nuestro "talento".
  • Y desde un punto de vista económico, a lo mejor, y sólo a lo mejor,  cada vez estamos más "malditos".

Esto es sólo MI OPINIÓN, que, aunque creo que está bien fundamentada, no es una verdad absoluta, cualquier comentario que aporte alguna perspectiva nueva es sinceramente bienvenido. Os animo a comentar y participar en un debate,  a ver si entre todos sacamos algo en claro.

NOTA. Las estadísticas ofrecidas están elaboradas a partir de datos de "población" (2001), "nº de habitantes por nivel de estudios" mas recientes (2001) obtenidos del Instituto Andaluz de Estadística y el Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía (SIMA) con todas las limitaciones que ello supone.

3 comentarios:

  1. Magnífico artículo, otra vez, vas mejorando lo que tú ya sabes, jaja.
    Es un grave problema este del que hablas, porque el esfuerzo de nuestras familias, que es la sociedad isleña, hablando en términos más asépticos, no se ve recompensado con el progreso del pueblo, y eso hunde más y más a Isla. Recuerdo que muchos compañeros míos de Facultad, tenían problemas a la hora de decidir acabar la carrera porque en sus pueblos bullía el empleo cualificado (un estudiante de ciencias era codiciado ya como guía en Doñana).
    Te puedo decir también que las estadísticas pueden ser aún peores, yo engroso, y mi pareja también, las estadísticas de titulados que viven en Isla, y es mentira, aunque me he negado a empadronarme fuera, y me ha costado mis disgustos con Hacienda, sigo votando en Isla, y no se si será o no será así, pero también lo hago en la ilusión de que mis impuestos repercutan en mi pueblo.

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  2. Este año que viene, cumpliré 10 años trabajando fuera de Isla Cristina. Aunque he de reconocer que no soy de los que se pone nostálgico, pensando en los atardeceres vistos desde el cantil, siempre algo de "saudade" (como dicen los brasileños) albergas dentro de tu corazón, y más cuando tienes a los tuyos allí. Familiares y amigos con los que, como es lógico, cumplo visita de vez en cuando. Y las veces que voy (y no digo vuelvo, porque ni me lo planteo), hay cosas que veo, cosas que cada vez me gustan menos, por las que he llegado a la conclusión de Isla Cristina no tiene futuro, porque no tiene presente. Su presente caducó, confiado al ídolo de barro que es el turismo, confiado a la espiral especulativa que supuso la construcción y confiado a los tradicionales sectores primarios (mar y campo). ¿Quién necesita universitarios para poner copas, recolectar fresas o mariscar? Es más: ¿Quién necesita ni si quiera saber leer para hacer eso? Mientras las fuentes de empleo en Isla Cristina estén supeditadas a estos sectores, no hay nada que hacer. Los políticos, que son los que tienen arte y parte en esto, deben luchar porque en el pueblo haya un tejido industrial, que necesite de mano obra cualificada; Deben pensar que hay un gravísimo problema de falta de infraestructuras (no hay un espacio destinado a desarrollo de industrias); Así como tener en consideración, que sin lugar a dudas, sería absolutamente necesario recuperar la línea férrea con vistas al transporte tanto de pasajeros como de mercancías.

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  3. Hace ya más de 3 años nos prometieron un poligono industrial de categoría, ese poligono aún no se ha empezado y se quedará en un poligono a secas el día que se realiza.
    Nos prometierón fomentar la industria de transformación pesquera para aprovechar el valor añadido, alguien ha visto algo ?
    Nos dijeron que la cria del mejillón generaría riqueza, es cierto lo hará, pero solo fuera de Isla.
    También que se trataría de reactivar el sector comercial, lo único que se ha hecho es la chapuza de la Calle del Carmen, paseo de las flores y palmera.
    Se dotaría a Isla de un Centro Comercial, con empleo y ocio. Más de lo mismo. etc, etc etc

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